miércoles, 28 de noviembre de 2007

Política: otros bichos de AMLO

Esas cosas que sólo le pueden pasar a los incondicionales de un mesías tropical. Resulta que Federico Arreola le echó a perder un jugoso donativo a Luis Mandoki (obviamente, relacionado con lo de su película "Fraude"). El punto es que, según lo registra El Universal en su página 2 de ayercito miércoles, varios diputados perredistas habían aceptado colaborar con $10,000.00 cada uno. Pero Arreola tuvo la genial ocurrencia de llegar con ellos repartiendo ejemplares de "El Chamuco", y justo un ejemplar donde Jesús Ortega sale caricaturizado bajándose los pantalones.

Mi pregunta es simple: ¿Es idiota o qué?

Como si no supiera que la mayoría de los diputados, empezando por sus líderes en ambas cámaras, pertenecen al grupo de los Chuchos.

Y pensar que Arreola es el tipo de expriistas que se apoderaron de los espacios ideológicos de la izquierda mexicana, justo en el momento en que el PRD perdía a gente como José Woldenberg y se distanciaba de eminencias como Roger Bartra.

Hablando de Bartra, la entrevista en la cual expresó que AMLO se había convertido en un lastre para la izquierda, fue prontamente refutada por Manuel Camacho Solís, que a su vez fue prontamente desmentido por varios Chuchos (gente de Nueva Izquierda, no perros españoles).

Me llama la atención la inevitable comparación que se tiene que hacer con Bartra de un lado, y Camacho Solís del otro. El primero, uno de los más lúcidos, destacados y brillantes académicos con los que cuenta El Colegio de México, una de las instituciones educativas que mejor trabajo de investigación hace, y heredera de una tradición crítica y de grandes vuelos intelectuales. Y por el otro lado, un político oportunista, que deberá cargar junto con su ahijado Marcelo Ebrard el haber sido uno de los operadores políticos de Manuel Bartlett en aquel 1988. Obviamente, operadores del fraude que le quitó al Frende Democrático Nacional, antecedente directo del PRD, la presidencia ganada por Cuauhtémoc Cárdenas.

Y vuelvo a preguntar: ¿es idiota o qué?

No entiendo como alguien del nivel mental de Camacho Solís puede imaginarse capaz de confrontarse con Bartra. A menos que me equivoque en el juicio que hago sobre su nivel mental, y sea más bajo de lo que pienso, al punto de que no se da cuenta de que Bartra está a años luz de él.

Me deja el mismo pésimo sabor de boca que Chespirito en sus imitaciones del Gordo y el Flaco (acompañado, por supuesto, por Edgar Vivar). Penosas, terribles, patéticas, evidencia de un cerebro del todo inconsciente que la distancia intelectual, corporal y escénica que hay entre Stan Laurel - Oliver Hardy y Chespirito - Vivar, es abismal, infranqueable.

Por cierto, retomando el caso de Mandoki, me puse a hacer cuentas sobre el "exitoso" estreno del documental: cien mil asistentes el primer fin de semana. Ya había mencionado que se quedó algo lejos de Shrek o del Hombre Araña, pero bueno, es un documental, el género cinematográfico menos vendible, a menos que se trate de uno de Michael Moore.

Tomando en cuenta que el estreno fue en 240 salas, que un fin de semana implica tres días de funciones (viernes, sábado y domingo, por si no lo recuerda, amable lector), y que cada día se presentan unas cuatro funciones de los estrenos, resulta que hubo, cerrando números, un promedio de 35 asistentes por función.

Y yo pregunto: ¿a eso le llaman éxito?

Y entonces vuelvo a preguntar: ¿son idiotas o qué?

Si esa es su percepción del éxito, si esa es su manera de manejar los datos estadísticos, no se cómo se atreven a querer convencer a la población de que hubo fraude.

Tal vez, verdaderamente, no entiendan que tener casi un cuarto de millón de votos menos significa que perdieron.

Supongo que eso explica el éxito que las corrientes bejaranistas y similares tuvieron en su campaña de afilición de gente para el PRD, cuyo objetivo era obtener votos para Encinas y evitar que gente con más y mejor cacumen les gane la dirección del partido (seguramente por medio de un fraude, según en su momento nos lo hará saber alguien tan brillante como Dolores Padierna).

El plazo para filiaciones que vayan a tener derecho a voto en marzo próximo vence el viernes, y el objetivo de los incondicionales a AMLO era afiliar 1'500,000 personas, para poder cambiar la balanza a favor de Encinas, toda vez que ya era evidente que Jesús Ortega va en condiciones de, simplemente, arrasar.

El caso es que hasta antier martes, sólo llevaban cien mil.

Repito: ya veremos a Dolores Padierna exhibiendo su deficiente intelectual al reclamar que Jesús Ortega, en su momento, se alzará con la victoria por un fraude.

Empiezo a sospechar que lo que ellos entienden por fraudes es algo así como "no se vale que voten por lo otros".

Es la única organización gramatical que he encontrado más o menos coherente con toda la estupidez exhibida por la catastrófica ala radical de la izquierda mexicana.

1 comentario:

yuri dijo...

hahahaha, que comico encontrarte aqui...

un abrazo!