martes, 20 de noviembre de 2007

Otro poco de política: reflexione sobre AMLO y otros bichos

Ni modo. Aunque se me acuse de reaccionario, no puedo evitar las ganas de hablar del tema, dados los acontecimientos del domingo anterior (la Pseudo Convención Pseudo Nacional Nada Democrática y el zafarrancho en Catedral), sazonados con una serie de opiniones que estuve escuchando de Macario Schetinno respecto a la Revolución Mexicana.

Y, curiosamente, tiene que ver con parte de lo que vengo planteando respecto a la Caída del Hombre.

Mencioné en el segundo artículo al respecto, que un punto fundamental para toda religión es elaborar un relato de la Creación, porque en éste se plantea la perspectiva del universo, sus componentes y sus dinámicas.

Esta aseveración, me parece que no sólo es válida para las religiones, sino también para los sistemas políticos. Claro, aquí estamos hablando de procesos que, por lentos que parezcan, son mucho más rápidos que los milenarios devenires de las religiones que conocemos. Y por ello, más fáciles de analizar, e incluso de transformar, corregir, revertir, y hasta mandar al demonio.

En su libro CIEN AÑOS DE CONFUSIÓN: MÉXICO EN EL SIGLO XX, Macario Schettino retoma un planteamiento que ya venía insinuándose con anterioridad: La Revolución Mexicana no existió. Fue una guerra civil donde la participación de las clases populares fue realmente marginal, y que sólo produjo el establecimiento de un sistema político muy similar al que se había desmantelado.

Comparto perfectamente el punto. No me puedo imaginar a Pancho Villa, Emiliano Zapata, Francisco Madero, Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, Venustiano Carranza y Lázaro Cárdenas como cómplices de un movimiento para desmantelar un sistema. Acaso, los único dos que se hubieran podido entender mejor - y tal vez lo hicieron - hayan sido Zapata y Villa. Pero los demás protagonizaron una guerra civil y no otra cosa, donde ni siquiera se podría hablar de dos bandos, sino de un caótico todos contra todos.

Sin embargo, el concepto de Revolución Mexicana (así con mayúsculas en las iniciales) fue fundamental como MITO FUNDACIONAL para el sistema político que gobernó a México durante casi todo el siglo XX.

Todo lo que en su momento promovió y defendió el PRI, sigue siendo definido como "las conquistas de la Revolución Mexicana". Por eso se volvió fundamental que en la educación primaria, la Revolución se enseñara como dogma. Por eso una de las más sutiles pero profundas batallas actuales entre el PRI y el PRD es definir quienes son los verdaderos herederos de esas conquistas.

Asunto donde el PAN no tiene nada que ver, en tanto es heredero de otra tradición política mexicana.

El problema es que tanto PRI como PRD se están peleando por ser herederos de algo que no existió, y por lo tanto sus supuestas reivindicaciones son, a todas luces, una farsa.

Respecto al PRI no hay mucho que razonarle: hace cien años, México era un país en vías de desarrollo. Hoy lo sigue siendo. ¿Qué cambió durante el régimen heredero de la Revolución? Nada, porque es la herencia de algo inexistente, justificada por una discurso político más parecido al mito, y eso usando la palabra "mito" en su sentido peyorativo.

Eso es lo que más me puede molestar de la gente que no sabe leer historia. Especialmente cuando tienen poder político, o por lo menos aspiran a tenerlo. Son los que seguramente van a provocar las futuras crisis económicas, sociales, y por lo tanto, culturales.

Como Obregón y Calles, que evidentemente eran del todo ignorantes en materia de Historia. ¿Resultado? Sientan las bases para un régimen político apenas diferenciable del porfirista, y entonces en el país no pasa nada, salvo un baño de sangre que dejo cientos de miles de muertos, pero nada más.

En consecuencia, todos los retrasos sociales del siglo XIX se heredan al XX. Por lo menos, en el siglo XIX Juárez y hasta Miramón y Mejía hubieran podido pretextar que el país se la pasó en guerra. Pero en el siglo XX, lp único que contemplamos es un definitivo y rotundo fracaso político y social.

Y pese a ello, tenemos una larga lista de políticos consagrados a seguir defendiendo las conquistas de esa Revolución. AMLO, por ejemplo, con su reiterativa arenga de que el petróleo no se debe privatizar. Vaya, nada se debe privatizar, desde su óptica.

Y por eso, para sobrevivir, su movimiento (en un principio con el PRD, aunque supongo que esto no va a tardar en cambiar) tiene que hacer uso de uno de los métodos más asquerosos del viejo PRI: el corporativismo. Claro, en una época en la que la posibilidad de controlar a los sindicatos y a los sectores populares por medio del corporativismo ya pasó a la historia. Y por eso el proyecto de rediseñar esta práctica. Eso, y no otra cosa, es lo que veo en la falazmente llamada Convención Nacional Democrática.

Y es que pongo en tela de juicio el concepto de "democrática", porque para que hubiera democracia tendría que haber pluralidad. Y allí sólo están los fieles a AMLO, los que no le van a decir que no a nada, y los que van a dedicarse a insultar a los que difieran en su opinión (sí, me refiero a ese animal bípedo que es Fernández Noroña).

No importa que los siglos hayan pasado, con todos los cambios que eso implica. No importa que el siglo XX haya dejado una prueba irrefutable de que ciertas cosas no funcionan (el marxismo, pésele a quien le pese, el corporativismo o el fascismo, por citar ejemplos). En el PRD tenemos un fuerte grupo de gente convencidos de que tienen que hacer las cosas en el estilo de Benito Juárez (Marcelo ya nos regaló una estupidez de frase al decir que el gobierno federal le tiene miedo al águila juarista; sonó supersticioso y primitivo), pese a que las circunstancias hayan cambiado del todo.

Lo extraño es ver que la batalla por la reivindicación del mito de la Revolución se la vaya ganando el PRI, recientemente reposicionado en las elecciones estatales, teniendo como contraparte un desplome rotundo y total del PRD.

Claro, AMLO como si nada en su feria popular del domingo. Ajeno a la historia, sordo hacia todo lo que no sea su voz o la adulación de sus incondicionales. Y obstinado en seguir queriendo ganar reflectores por medios bastante torpes y cuestioanbles, como el zafarrancho en Catedral.

Me rehuso a pensar que haya sido accidental, porque los antecedentes de fricciones entre perredistas y curas católicos ya llevan un ratito. Así que no me creo que no haya habido un porcentaje de provocación. Y eso, de parte de los pejistas, porque a fin de cuentas las campanas siempre las tocan en domingo.

Hay que decirlo: los que irrumpieron en la Catedral se pasaron. Demostraron su profunda intolerancia, su dogmatismo recalcitrante, y su disposición a perderle el respeto a cualquiera.

Claro, para empatar las medidas de estupidez, ya vendría el vocero del Cardenal Norberto Rivera, Mons. Valdemar, a exigir que el Gobierno Local tome medidas en contra de los que cometieron el "sacrilegio".

Como si el sacrilegio estuviera tipificado en la ley como delito. Como si al Estado Laico le importara una cuestión doctrinal.

Valdemar tenía que haber exigido la intervención del gobierno por la invasión, por los daños materiales o por la agresión contra la gente. Nada más. Pero ¿por sacrilegio? Allí está la otra cara de la intolerancia, la de una jerarquía religiosa que cree que sus conceptos deben ser de aceptación universal.

Otros que no entienden un rábano de historia, y que por eso siguen de mal en peor.

En eso se parecen ya demasiado los pejistas y ciertos jerarcas católicos. Son igualmente fundamentalistas, son igualmente intolerantes, siguen aplicando políticas que lo único que están logrando es perder feligreses, y siguen obstinados en no querer estudiar Historia, fundamentando sus ideales en mitos (y, vuelvo a decirlo, usando la palabra en su sentido peyorativo).

Y en medio de eso, mi paisano Mandoki exhibiendo su documental.

Que, a mi juicio, comete un error trágico, que es el error de todo el PRD.

No voy a negar que las elecciones del año pasado fueron la culminación de uno de los procesos más abyectos que haya visto el país. Pero me da risa que AMLO, el PRD y los que lo apoyan - como Mandoki - insistan en comportarse como si ellos mismos no hubieran sido parte de esa abyección. Como si AMLO no hubiera hecho uso de su cargo político para promocionarse, como si no fuera todo un maestro de la guerra sucia, como si no fuera un especialista en complots (estos con ts al final, por favor).

Y al final, Mandoki mismo viene a ser víctima del sistema al cual defiende. Apenas cien mil asistentes en el primer fin de semana (claro, nos están queriendo vender la idea de que eso es un éxito, pero si comparamos ese dato con los que podemos hallar respecto a Shrek, el Hombre Araña o hasta El Crimen del Padre Amaro, la verdad es que la cifra es más bien austera), pero eso sí: vendido como copia pirata el domingo en el Zócalo.

Le pasó lo que al Che (otro que dudo mucho de su comprensión de la historia). Primero fue convertido en el idealista, el romántico, el luchador por la libertad. Vaya, hasta físicamente, en el Jesucristo latinoamericano, cuando la verdad es que fue un promotor de esa barbarie que fue el sistema soviético stalinista, criminal y repugnante.

Pero la Historia ya le pasó la factura, y ahora adorna pósters, chamarras, camisetas y demas productos de la sociedad de consumo capitalista con la que estaba peleado.

Ahí la dejo por hoy. Pero ya seguiré reflexionando sobre historia.

Por lo menos para refutarle al otro animal de la política latinoamericana (sí, me refiero a Hugo Chávez, sorprendentemente bípedo) que el Imperio del Dólar va cayendo. Yo más bien digo que va emergiendo.

Pero lo discutimos luego.

3 comentarios:

Vitor Santos dijo...

Shalom Arvinka, te deseo un FELIZ ROSH HASHANAH.
Que el Año Nuevo te traiga muchas benediciones.
Um Abrazo

Me gustaria tener tu morada da caja de correo en la Net.
El mio és blueindigo@sapo.pt. ó
blueindigosantos@gmail.com
Por favor mandeme el tuyo.

Gracias.

Vitor Santos

Anónimo dijo...

Leo este "artículo" y como otros tuyos provocan vómito. Das pena ajena. Estudia la historia pero no la Enrique Kraus ni la de La Jornada. Lee y relee la historia mexicana, la historia de las guerras de USA por obtener toda latinoamérica. Ah, se me olvida, tú no te sientes mexicano. tienes un pasado de alcurnia. Pues vete a europa con los reyes. Qué sabes de AMLO, quisieras estar cerca de alkguno de sus callos o del escupitajo que tira y ni con eso serías parte de su estirpe de gente que arriesga todo, todo por su país.

roberto ramirez dijo...

me interesa saber mas sobre la familia tellez de venta prieta tengo un amigo que estimo mucho que es de ahi solo se que esta en israel pero me interesa saber mas sobre su familia gracias